martes, 20 de noviembre de 2012

UN RESPIRO IMPOSIBLE

Vengo pensando últimamente que
los varios libros que junté a lo largo
de pocos lustros son los que podía
comprar en mi ciudad. Ignoro cuáles
tendría si no hablara en castellano,
pero seguro que de poesía
de Córdoba (Argentina) o de La Oronda
Buenos Aires habría poco o nada
entre mis cosas. Si viviera en Seattle
mi biblioteca albergaría textos
mayormente en inglés. Frankfurt, Marsella...
Hubiera estado bueno haber nacido,
pongamos, en Zimbabue. Porque ignoro
todo lo vinculado a sus autores,
si hay vida cultural, si están en guerra,
pero también porque ya no sabría
--probablemente; verosímilmente--
qué está pasando en Córdoba, quién manda,
qué quieren nuestras ínfulas, qué logran
y qué jamás podrán nuestros afanes.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario