viernes, 30 de noviembre de 2012

INCONCLUSO

De repente no hay modo 
de hablar de mí. Las cosas 
se acrecen. Los demás 
han sido muy pacientes 
con mi dolor, o nunca 
supieron ni mi nombre, 
y son la mayoría. 
(¿Escribir? La mitad 
de mi vida queriendo 
que me reconocieran 
por mis versos, leyendo,
entrenando...) Se ofrecen 
tantos temas posibles 
ahora para hacer 
poemas que no sé 
cuál elegir: las cosas 
y las palabras casan 
de otro modo, sin luto 
de mi parte, por mí. 
Como abriendo los ojos 
a un mundo renovado;
que siempre estuvo ahí; 
del que temía hablar... 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario