jueves, 19 de septiembre de 2013

EPÍGONO DE SU PADRE

Como un desesperado, 
como si me espoleara 
el ángel del rigor,
trabajé. Desmedido
afán, el tiempo es nada 
cuando el deber ejerce. 
Agotado, llegó 
el sábado del día. 
Acedia o extenuante
bregar: no sé alcanzar
velocidad crucero, 
dosificar los trancos
Dicen que es practicable 
un arte del vivir. 
Yo no tuve maestro.
Tan sólo soy astilla 
del pujar obstinado
y abrumador de un palo 
que aún no se relaja.
Gallego cejijunto.
Mulo para las cosas. 

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