Qué sería, chiquita,
que por una cerveza
buscada, y es rutina,
después de medianoche
por calles sin un alma
te causara un disgusto.
Cierre de la jornada,
la cerveza es mojón
de libros que por horas
me acompañan. Ahora
te levantás, mimosa
cargoseás al Lagarto
--que no se hace problema
ni mucho menos-- y
me decís frasecitas
amanecidas. Amo
tu despertar. Macana
sería que un puntazo
terminara con esto.
Cómo quisiera que
las calles fueran algo
con corazón, o casa
abierta a todos. Nadie
nos sonríe en la noche.
Yo volveré a salir.
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