Llueve apenas, ahora:
dos o tres gotas guachas me mojaron
cuando salí de la
estación de servicio, luego de
leer noticias viejas,
desvaríos de cuando aún no había
habido nunca Papa
nacido entre nosotros. La Mañana
(¿era ese diario?) hacía
análisis de apuestas; hoy Bergoglio,
que no era favorito
ni mucho menos, recompensará,
20 por 1, si
no me equivoco, al loco que predijo
que iba a ser Papa. Grácil
la nota, de color: cualquiera puede
vincular, hoy por hoy,
la religión al juego, devolviendo
al Cristo, de este modo,
al mundo: 33 a la cabeza.
Por mi parte, prefiero
saber, no sólo gracias a la lógica
--esa magia vulgar--,
que la Agustín Garzón se está mojando.
Genial, Seguí!!!
ResponderBorrarte dije qe este me gustaba asi como mucho-mucho-mucho?
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