Me he descubierto cruel y ya no puedo
mentirme. Con amor
o sin amor, destripo al observar
al que está enfrente, exangüe,
sin una gota de piedad, y oculto
en mi interior emblemas
de halo nocivo: gozo al contemplar
el sufrimiento de
cualquiera, pero arrojo esa mirada
a la penumbra y logro
querer a los demás. Porque aún vale
todo esto que subsiste.
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