viernes, 27 de diciembre de 2013

CARO

Navidad
(La Quinta. Las rodajas 
de almendra, que cortamos 
junto con las manzanas, 
e hicimos una torta, 
plena siesta.) Venís 
con tu hijita a la pile: 
logramos compartirla. 
Se meten por la parte 
menos honda. En silencio,
callada, como siempre.
(Tu hijita nos sonríe.)
No nos decimos nada 
pero la vida, que 
se renovó, nos cruza, 
el agua nos acerca 
sabia, pacientemente. 

jueves, 19 de diciembre de 2013

MÚSICA, ATISBOS

escuchando Brian Eno
Música, atisbos: tu razón produce
primicias y proyectos que no son 
más que estrecheces, vagas acuarelas
que percutís sobre la mar o muda 
de los sonidos. Ordenados, sí, 
pero fluctuantes, vida multiforme 
que se inmiscuye en vos: al escuchar. 

Música que nos llega corrompida: 
el ruido blanco, que filtramos, del
mundo feraz. Ganás, mediante el disco
que tus palabras son, un perentorio 
esqueje pulsional, pero el oído
avizora sin más. Algo que late
de otra manera en vos: cuando no ves. 

viernes, 13 de diciembre de 2013

¡QUE SE TERMINE EL AÑO, POR FAVOR!


(notita)

No nos estamos encontrando, amor.
Por ahí, me dirás,
de a ratitos. Lo cierto es que las últimas
semanas tantas cosas
pasaron (la Ciudad, que se agitó;
nuestra mascota, herida,
y ése fue un susto grande; nuestro hogar,
modificado un poco
y bastante a desgana por el Bocha,
un albañil dotado
pero falluto) que ese dulce espacio
de cariño y disfrute
que se venía dando, único modo
de vivir en pareja
en que creemos, ¿no?, se fragmentó
en forma de corridas
y detenciones bruscas, de estallidos
nerviosos e impaciencias
ingobernables, indeseables. ¿Puede
alguno ser feliz
inmarcesiblemente? No me canso,
lo mismo, de quererte,
y digo sí a los tropezones, ogro
que por semanas hizo
de La Babía un caos. Amanece
ahora, y vos dormís
con el ventilador antimosquitos.
¿Cómo vendrá la mano
más adelante? Escribo y sólo sé
que el futuro, ese guacho,
barajará de nuevo las vivencias
y que de nuevo habrá
que disputarle el título a la mufa,
renovar el amor.

domingo, 8 de diciembre de 2013

CINTURA DE LOS ORATES

Porque me quiero olvidar 
de todo lo que me cruza. 

Porque asimilo los rostros 
a joyas que no conservan
el dolor de sus crujías. 

Porque me doy contra setos
que zozobran en la noche 
de las palabras/temblor. 

Dando tumbos, dilatando
bajeles que son iguales 
a casinos de otras lides, 
quiero perderme, encajar.