martes, 29 de octubre de 2013

TODOS LOS FUEGOS EL FUEGO

Lo hiciste una vez más: les aceptaste 
la ¡Despertad! a los Testigos. (Tu 
abuela la leía: letra grande 
para unos ojos que llorar supieron 
tu enfermedad.) La hojeaste: la moral 
a full en un diseño mejorado: 
el vino viejo en odres nuevos. Un 
vínculo que persiste lo compensa: 
aquella anciana fue quien te acercó
la Biblia: vos la amaste en su volumen. 
Verdad que, de algún modo, aún te toca;
pero hoy leés de cosas que a la muerta 
le hubieran repugnado... Aunque, ¿quién sabe?, 
sigue la adoración, tardía: las palabras
son tu alimento, en ellas te afirmás

sábado, 19 de octubre de 2013

FALSA ALARMA



a los amigos

Hay gente que te quiere, 
gente que se preocupa 
por vos. Aunque jamás 
te acerquen la tesera 
que circuya la herida, 
te dicen (no dejaron 
de decírtelo nunca) 
que saben que en tu grave 
cadena de miradas, 
aquella que forjaste 
hace ya mucho, aúlla 
una argolla demente 
que crujirá hasta el fin; 
y aceptan ese abismo 
sin más; y agradecés. 
Ecos y lejanías 
de puzzles y de esferas 
que cada anochecer 
entreteje y redacta 
y en que recién ahora 
conseguís relajarte. 

lunes, 7 de octubre de 2013

¿CONOCE USTED LA POESÍA DE AUTOAYUDA?

Ya ves, amor: los días se volvieron 
un sucederse de 
tareas no imposibles que con gusto 
--porque nutren la casa 
en que queremos habitar-- hacemos. 
"Hay poca plata", nos 
decimos sin caer en esos pobres 
desesperos que poco 
contemplativos son con los enclenques, 
y tratamos de dar 
pasos más justos, más confiados, con 
que suplir la carencia 
propia de todo ser. Autonomía: 
algo que estoy por fin 
apreciando, logrando: fue deseable 
con vos la madurez. 
Hay poca plata, sí, pero también 
hay motivos de sobra 
para hilvanar los días de tal modo 
que nuestro hogar prospere. 
Tenemos un fueguito, leña seca.
Se trata de cuidarlo.